sábado, 11 de septiembre de 2010

El Super: Albert Heijn (I)

¡Muy buenas a todos!¡ Ya solo quedaba yo por escribir en este blog holandés!

Dentro de muy poco llevaremos ya un mes en Holanda, sí sí, un mes, ¡qué se dice pronto!

Muchas son las cosas que nos están ocurriendo durante nuestra estancia en Honigkamp y la Torre. Muchas son las veces que tenemos que ir al supermercado para comprar comida que requiera frío, pues tenemos unos mini-frigoríficos. Si al menos fuera un mini para cada uno, pero no, una simple balda de uno de ellos. Así que así nos encontramos… comprando casi a diario… Por suerte en mi cocina no somos muchos, apenas la usamos 3 españoles y un checo, así que (de momento, y espero que siga así) no tenemos problemas de espacio en la cocina =)

Como ya os he dicho, el supermercado es un sitio muy frecuentado por todos, y menos mal que aquí todo el mundo habla inglés, porque sino se darían situaciones muy cómicas. Pero esperad, si esas situaciones ¡sí que se dan! Normalmente para comprar unos simples filetes de pollo, o cerdo, o de lo que sea, no tardas más que el tiempo de ver qué filete tiene mejor corte, o cual es el más barato (dependiendo del dinero que tengas en la cartera, pues no aceptan VISA en caja … ). Pero cuando no tiene ni idea de lo que dice la pegatina del paquete, es cómico tener que sacar tu mini diccionario holandés-español, español-holandés para ver qué carne te estás llevando, y que todo el que pase por tu lado se quede mirándote un poco raro, pero qué le vamos a hacer, no me voy a llevar gato por liebre…

Sigamos con aventuras en el super. Esta me ha ocurrido hace apenas unas horas. Desde hace algún tiempo tengo ganas de hacerme algo con bechamel (aclaremos una cosa, llevo tiempo sin poder comer bechamel o carbonara porque son producto lácteos, y desgraciadamente soy intolerante a la lactosa… ). Para poder hacerlo necesito principalmente, nata (papá corrígeme si me equivoco, aunque ya te preguntaré la receta) y harina. La nata la encontré sin problema en la parte de la leche de soja (sí nata de soja, pues está muy buena), pero la harina… Hay como 5 o 6 tipos diferentes de harinas, en otro momento habría vuelto a sacar mi diccionario, pero me lo olvidé en la habitación, así que no tuve más remedio que buscar a alguien que trabajase allí y preguntarle. Fue raro, pero el joven amablemente me acompañó a la estantería de las harinas y me localizó la mejor de todas (entiéndase por mejor, la que se puede usar para todo). Uff, gracias, ¡todavía me veía en el super con un gran dilema existencial!

Ahora ya os voy a dejar queridos amigos, pues tengo que pensar qué exquisitez culinaria voy a prepararme para almorzar mañana. ¡Muchos besos amigos!

Valme.

1 comentario:

  1. Valme soy antonio... un placer saber que estas bien y don´t worry a mi me hubiese pasado lo mismo con la harina

    Un beso enorme

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